domingo, 13 de diciembre de 2015

Charly Garcia estuvo en mi casa.

Amor, creo que tu amor y mi amor no se parecen.
Mira, yo lo veo con piernas anchas y fuertes,
-como de jugador de soccer-
lo veo como jugueton y dulce.
Mi amor se parece a una de esas personas
que parece que te van a romper los huesos
pero que la unica razon por la que lo harian
seria para proteger a una flor.
Alto, fornido, con cara seria.
Asi lo veo.
Y me parece que el tuyo es mas bien baijto,
con anteojos y de ademanes nervisos.
De esos que no te ven a los ojos porque se mueren de pena.
De los que tartamudea mucho al hablar.
Y no se, talvez estoy equivocada, amor.
Talvez estamos viendole la misma cara,
pero realmente creo
-y ya me esta empezando a afectar-
que tu amor y el mio ni se parecen.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Anoche.

Ayer sali a la noche. 
Pense que salia para huir.
Anoche sali a la noche
y en la noche te buscaba.
Te busco siempre.
Te llevo dentro.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

No me arrepiento de nada.

Porque escribo de mi, para mi, en publico, esta entrada es necesaria.

A los 27 años me enamore como que nunca antes me hubieran roto el corazon,
No es maravilloso eso acaso?
Entrar a una relacion con los ojos abiertos y el corazon tambien.
Permitirme amar a una persona con todo lo que tengo es un regalo maravilloso que me hice.
Me di entera, con dudas pero con fuerza.
Me abri en dos. Saque todo y lo puse en la mesa y fui poco a poco tratando de compartirlo con otro ser humano.
Me enamore de alguien y le dije lo que me daba miedo, lo que no me dejaba dormir en la noche. Le confese lo que me preocupaba para el futuro. Hice planes, los deshice. Los volvi a construir, y en cada nuevo plan, inclui a este hombre.
Vi mi vida a su lado, vi mi futuro y el caminaba conmigo.
Y no me arrepiento de nada.
No me arrepiento de haberle dejado una parte de mi en Nicaragua y habermelo traido.
No me arrepiento de haberme atrevido a confiar y a soñar y a comprometerme a el y con el.
Soy feliz de haberlo hecho participe y complice y compañero en mi futuro.
Soy feliz de haberle abierto la puerta a mi vida y dejarlo entar.
Pero la puerta no se ha cerrado y no la cerre a su espalda. La puerta a mi vida y a mi corazon sigue abierta y eso significa que el que entra, puede salir.
No puedo hacer nada. Asi es el amor. A veces se acaba o a veces muta y se tiene que mudar de casa.
Yo no me arrepiento de nada y tampoco puedo cambiar las cosas.
Lo que pasa es que estoy triste y cuando uno esta triste, quiere entender su tristeza y hacerla racional.
Y entiendo que racionalmente las cosas no soy tan duras, que todo pasa y de todo se aprende, pero la tristeza no es asi y un corazon roto no se cura con razones.
Yo quiero entender porque las personas que uno ama a veces no lo aman a uno o porque a veces amar no es suficiente. Amar y que te amen. Eso deberia ser todo, no? Pero no lo es y no lo entiendo.
Y quiero entender porque cuando uno quiere que alguien se quede, sufre porque no es asi.
Y las respuestas son simples, asi es la vida.
Pero eso no hace que deje de llorar y de sentir cada pedazo en el suelo.
Pero tengo esperanza.
Soy ejemplo de vida y de amor y de resilencia.
Yo soy capaz de amar, mucho, con fuerzas y con ganas.
Soy capaz de entregarme y ser honesta y ser feliz. Siento. Mucho. Siento y vivo.
No me arrepiento de estar viva y de sangrar cuando me corto, cuando me hiero y cuando me hieren.
Soy esperanza porque el amor es bueno y cuando el tiempo venga, las cosas estaran en su lugar.
Soy esperanza porque a muchos kilometros de distancia, de todas partes del mundo me llega amor y fuerza y valor y aliento.
Tengo un futuro que me sonrie y me saluda y me abraza.
Y no me arrepiento y no me pone triste saber que a mi edad, me enamore como si nunca antes me hubieran roto el corazon.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Ottawa

En Ottawa ya esta empezando a hacer frio y yo ya estoy sintiendo la falta de calor humano.
Extrano tocar. Tocar a la gente, abrazar a la gente.
Extrano que sea tan extrano saludar de beso y abrazo.
Tener a quien saludar de beso y abrazo.
No me agrada el frio.

martes, 26 de mayo de 2015

De dolores, quebraduras y despedidas.

¿Te has despertado con esa sensación de tener un hueco en el estómago y saber que no es hambre?
¿Te preguntaste qué es?

Yo si. En mi caso, es miedo.

Así es amiguitos, tengo miedo. Y un montón.

Últimamente, tengo miedo a perder. A perder-me también.

Se me hace díficil explicar como me siento. Tengo tres semanas inmovilizada por un pie quebrado, es incríblemente incómodo y te hace reflexionar. Tengo tres semanas de estar pensando, de estar sola en mi casa, viendo televisión, leyendo, facebookeando y tratando duramente de pensar en cosas agradables y tranquilizadoras porque el silencio puede ser abrumante.

Mi silencio me grita que se murió mi tío y se murío mi amigo. Todos los días.
Mi silencio me grita que enamorarme es una locura porque las despedidas son la realidad.
Mi silencio me grita que tengo miedo y que estoy sola con este miedo, que lo puedo compartir pero no lo puedo expresar.

Tengo miedo a que la gente que quiero se siga muriendo, a enfermarme, a que la gente que quiero se enferme, a olvidarme de la gente, a que me olviden, a que me importen o a que no me importen y los lastime, a que yo no les importe.

A veces siento que le tengo miedo a la vida y a sus retos, a no ser fiel a mi misma, a venderme. También me asusta y me da miedo equivocarme, cada día.

Y miren que yo tengo una oportunidad única, porque tengo el tiempo para pensar en estas cosas y evaluar lo que siento y reflexionar sobre eso, a enfrentarme a estos miedos y a superarlos, es un honor,

Pero miren más, que a veces, me da miedo dormirme y no despertar. O a dormirme y soñar y despertar llorando. Y tengo miedo a mi miedo y eso es lo peor.

Mi miedo me duele y este dolor, duele más que el pie quebrado.

¿Y saben qué? Quisiera salir corriendo y gritar y llorar y derrumbarme ante esta sensación increíblemente aterradora y volverme loca. Porque creo y siento que esto es una locura, que no puedo más, que si tengo que ir a otro entierro, me voy a desquiciar, que si tengo que ir a otro hospital, voy a perder el jucio, porque la atención es mala, el servicio es una mierda y las noticias son malas.
Y eso es lo que quiero, estar loca, porque así me siento, loca de pena. Loca de miedo.
Pero, ¿quién quiere estar cerca de una loca, quién puede lidiar con esto? Yo no puedo y vivo en mi piel. Y ¿quién puede?

Yo puedo, creo. Ahí voy. Pero a veces siento que ya no quiero.

miércoles, 29 de abril de 2015

Rooseess

Algo que jamas me imagine en la vida fue ir a la vela de Rooseess, ni cuando fueramos viejos.
Uno no piensa en esas cosa cuando es niñ@, a medida que vas creciendo y la muerte se hace algo mas real, empezas a pensar y a imaginar la muerte de tus abuelos y luego, de a poco, te vas haciendo a la idea que algun dia te vas a tener que enfrentar a enterrar a tus padres. Eso es lo normal.
Tristemente la vida no es asi de ordenada y pasa que a veces, enterrar a tus padres antes que a tus abuelos o enterras a tus padres antes de tiempo y es triste pero pasa, es lo normal.
Lo normal es ue los padres mueran antes que los hijos, que los tios mueran antes que los primos, es es lo normal. Tambien se va haciendo normal acompañar a tus amigos a las velas de sus abuelos, sus tios, sus padres... pero no es normal acompañar a los padres a las velas de tus amigos.
Jamas pense en estar en una sala funeraria viendo al papa, a la abuela, a la mama y a la hermana de Roossess y no verlo a a el, sino su ataud y su foto, viendo a todos nuestros amigos y compañeros y que el no estuviera ahi. Eso no es normal.
No es normal y no me acostumbro a la idea de que el ya no exista como el ser humano que fue, que ahora solo sea parte de mi vida como un recuerdo, como muchas historias, como aprendizajes y crecer juntos. No me acostumbro a que si me quedan 2 o 100 años mas de vida, el siempre va a tener 27, no puedo ni empezar a articular la tristeza que me acompaña desde ese terrible lunes en que me dijeron que se iba.
A ese hombre lo queremos tanto, tanta gente y eso lo se, y en eso, me siento acompañada en mi pena pero tambien me siento sola, me siento enojada, me siento triste.
En mi vida, jamas pense en esto. A Rooseess lo conozco desde hace como 20 años y fuimos amigos, muy amigos, amiguisimos. Me enseño, a corta edad, cosas maravillosas y valiosas que atesoso y con las que vivo cada dia, que me formaron a la mujer que soy hoy. Luego, dejamos de ser amigos, pasamos muchos años sin vernos practicamente, sin hablar. Cuando nos reencontramos, lo descubri de nuevo, era el mismo, pero ninguno era igual, habiamos crecido, cambiado y caminado por rutas distintas pero me di cuenta que el amor que nos teniamos, no habia disminuido. El hizo el acercamiento, el nos dio una nueva oportunidad en la vida, nos dio otro chance de conocernos y de crecer juntos.
Me da miedo pensar que no aproveche esa oportunidad, que lo vi muy poco, que platique muy poco con el, que deje que el trabajo y otras cosas nos quitaran tiempo pero, tengo 27 años, el tambien, eramos jovenes y teniamos tiempo para vernos talvez la proxima semana y ponernos al dia.
Nunca pensas que la ultima vez que viste a alguien va a ser la ultima vez que lo veas en la vida, nunca pensas que es urgente hablar de todo y por horas, porque ya se les acaba el tiempo.
Me duele pensar no solo en mi dolor, sino en el de todos los que lo conocimos, en el de su familia, a quienes quiero tanto y que desde siempre me trataron como alguien mas de la familia, que entendian ese lazo de hermandad que teniamos y que lo respetaban. No me atrevo ni a pensar en su vacio, porque se parece al mio y es un espacio infinito donde no nos va a alcanzar la vida para llenar.
Tengo miles de sapos en la garganta, quiero gritarle al mundo que Rooseess no esta y que el mundo esta un poco mas hecho mierda por eso, quiero decirles que su ausencia es grande y pesada y que estoy enojada con el, porque me siento traicionada y abandonada.
Quiero decirles que estoy cansada y triste y no puedo mas con esto, que no es la primera vez que entierro a un amigo, que no es la primera vez que siento esto y que cada vez no es mejor, ni mas normal, ni te acostumbras, ni se te hace mas facil. Cada vez tiene menos sentido y se siente como que si me quitaran el cascaron de una herida con limon y sal.

jueves, 19 de febrero de 2015

Andrés.

Dijo Andrés a sus cuatro años: "Sentí que tenía una sapo en la garganta".

A veces, pienso en Andrés y me imagino a mi misma, de pie en la puerta del cuarto en la casa de mi abuela en Ocotal, descalza y muerta de miedo ante un pasillo oscuro a media noche.

A mis 27 años, por fin puedo dormir sola y con las luces apagadas pero de vez en cuando, a mitad de la noche, a mitad de un sueño, o a mitad de una idea en un cuarto lleno de gente, a las tres de la tarde, pensando en el futuro o en el pasado reciente, me siento como Andrés, con su sapo en la garganta.