Hay un matamoscas gigantesco y ¡zaz! te aplasto.
Tengo tijeras y sé usarlas, no tengo miedo a cortarme mientras te arranco el pelo.
Si me muerdo, me enveneno.
Podría vomitarte, o escupirte. Lo que tengo en el estómago es más ácido que el ácido clorhídrico.
Le puse un nombre y encontré su dirección. Ponché todas las llantas de su carro.
Entré a su tuiter y hackié su facebook, ahora sigue a Cohelo y es fan de Arjona.
Le puse una almohada en la cara mientras dormía, la almohada tenía moho y apestaba a mono mal secado.
Contraté a alguien para que se orinara en tu jardín, todos los días.
Compré chocolates laxantes y preparé galletas.
Fui a su trabajo y mientras nadie veía, puse pega-loca en su llavín.
En su casa, mojé todo su papel higiénico.
Metí su cepillo de dientes en el inodoro.
Le quité el teflón a su sartén.
Quité la goma de sus tacones, ahora cuando camina, chilla.
Cambié su champú por jabón líquido anti-pulgas.
Tiré aceite por el piso y escondí sus zapatos.
Le hice un té con 8g de nuez moscada. .
Le hice pescado y cerdo para que comiera y cenara, usé la misma tabla y tampoco lavé el cuchillo.
A sus camarones nunca le quito la vena.
Quiero sacarle los ojos y amputarle los dedos, apretandote el cuello y a mordiscos, respectivamente.
He puesto arañas en todas las esquinas de tu casa y tu comida tiene cucarachas.
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