Hoy estoy soñando despierta,
me desperté con ganas de comerme al mundo con una cuchara.
Este pedacito de tierra lo tengo muy pequeño debajo de mis pies,
me pican las plantas de las manos por tocar otros lugares,
probar otros sabores, ver otros paisajes.
Voy volando, lejos, lejos.
No estoy muy clara de a donde voy a aterrizar, pero ya estoy lejos.
Me llena de ansiedad y de sonrisas y de ganas de llorar,
siento estar al borde de la puerta de entrada de una heladería,
cuchara en mano y X cantidad de sabores por probar.
Ñami... saborear la vida siempre ha sido una buena idea, y una tentación.
ResponderEliminar"Me basta así", Ángel González
Si yo fuera Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
[...]