domingo, 13 de abril de 2014

Te culpo a vos.

Han pasado muchas cosas últimamente y no me he pronunciado al respecto así que aquí voy.
En los últimos meses, me fui de vacaciones, volví al trabajo, me volví loca, sigo medio loca y ahí voy, tratando de estar más en contacto con la realidad y poner los puntos sobre las ies en mi vida.
Y bueno, ahi voy. He visto varias películas interesantes de las que les voy a comentar, he conocido a gente bien cool, he vagado, trabajado, peleado, cambiado de look... esas cosas normales en mi vida.
También, han pasado otras cosas divertidas que se considerarían un desastre, pero en mi caso son parte del chiste y me voy a des responsabilizar de ellas.
El caso número uno es culpa total y absoluta de la crisis. Nadie que no estuviera en crisis habría tomado en el teléfono y se habría puesto en contacto con esa persona. Honestamente y sin querer ofender a nadie,la crisis es dura y la necesidad es alta. Así que culpo a la crisis.
El caso número dos, lo adjudico a la curiosidad. En mero bacanal, nadie puede decirme que no le surgen preguntas. Pues a mi me surgieron y fue divertido. Soy como soy y si me dan cuerda, hasta yo me asusto. La curisidad es poderosa y divertida. Puede ser peligrosa, pero no lo fue en este caso. Rian conmigo, tengo la dicha de explorar cosas que a otros le dan miedo.
El caso número tres, es un caso viejo, vieeeejisimo pero me dio calor. Estuve llorando esa vez y hacía mucho calor. Volar a lugares distintos, donde la temperatura no es inaguantable, quién me culpa? Defininitivamente yo no. Cuando tengan calor, busque piscinas, refrigeradoras, cuartos más frescos, patios abiertos. Naaaadie les va a decir que está mal, el calentamiento global es culpa de todos.
Cuarto caso, el fin del mundo. El fin del mundo y las drogas. Las dos cosas mezcladas. Nadie en su sano juicio se tira a un volcán al menos de que esté severamente anestesiado/drogado y que sienta que el mundo puede que se acabe pronto. Pero si sabés que puede que el mundo se acabe y estás un poco anestesiado, pensás, bueno, si se va a acabar el mundo, lo bailado no me lo quitan y entonces, te tirás al volcán y bailás. Esa sensación de ir volando, wow. El día que me muera, no me arrepentiré de haber volado.
El corazón se me ha roto mil veces y seguro se me seguirá rompiendo, muchas cosas lo parten.
Las crisis, la pobreza, la política, el miedo, la inseguridad, la incertidumbre, el amor, el desamor, la distancia, la cercanía, los celos, el hambre, los fracasos... pero mientras sobrevivis eso, que hacés?
Yo culpo a la crisis, a la curiosidad, al calor y al fin del mundo. Me responsabilizo de las consecuencias, pero de las causas, te culpo a vos.
Saludos peeps.
Que el fin del mundo los pille bailando y confesados, no sea que los agarre con cosas todavía por decir.

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