lunes, 9 de julio de 2012

Día de los muertos (Nov 2010)

Hay tantas cosas que no puedo cambiar, pero si puedo cambiar yo y el verme distinta es un principio. Hoy lloré mucho y grité mucho también. Luego, en una pausa de histeria, tomé las tijeras y lo hice. En cuanto lo tuve en la mano supe que eso ya no era mio, que estaba muerto sin mi, pero que yo seguia siendo yo. Tome la otra parte e hice lo mismo. Luego lo agarré todo, lo agarré con las manos, lo sentí suave, mojado, pesado y ajeno. Lo boté a la basura, ya no era yo y no valía la pena verle más.
Luego lloré un poco más, me vi al espejo y saludé a quien me saludaría todas las mañanas de ahora en adelante. Sequé un poco las lágrimas y empezé a experimentar.

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